Se dice que el brownie, al igual que la tarta Tatin, tiene el origen en el azar.
En el caso del brownie, fue que a un cocinero se le olvidó echar la levadura química en su pastel de chocolate dando como resultado, este delicioso dulce.
Es típico de los Estados Unidos y su nombre proviene por su intenso color marrón (en inglés brown), que tiene durante la cocción. El auténtico, no lleva nueces (yo las he puesto porque nos gusta más).
INGREDIENTES
200 gr. de chocolate 80% de cacao
100 gr. de mantequilla
3 huevos
150 gr. de azúcar
1 pizca de sal
1 cucharadita de extracto de vainilla
75 gr. de harina
Nueces
Azúcar glas
PREPARACIÓN
Horno a 170º.
Engrasar un molde cuadrado o rectangular con
mantequilla, echar un poco de harina y esparcir por todo el molde. Quitar el
exceso de harina y reservar.
Derretir el chocolate junto con la mantequilla al baño María.
En un bol, poner los huevos, el azúcar la sal y
la vainilla. Batir (sin incorporar aire) hasta que todo esté integrado.
Agregar el chocolate fundido y remover.
Echar la harina y unir sin batir. Ha de quedar homogéneo.
Poner las nueces y mezclar.
Verter en el molde y hornear unos 25 minutos. Comprobad con
el palillo.
Dejar enfriar sin desmoldar.
Sacar, cortar en cuadrados y espolvorear con azúcar glas.
Nota: El secreto del brownie es que quede jugoso por dentro, así que, no pasaros en el horno, aunque el palillo salga un poco manchado.
Bon appétit!!
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